• Se trabajará a través de una estrategia conjunta y homogénea: Liliana Salinas Valdés
• Es un problema poblacional que amplía las brechas sociales y de género: Secretaría de las Mujeres
Saltillo, Coahuila de Zaragoza, a 14 de agosto de 2024.- Para prevenir y erradicar el embarazo en menores de 15 años, además de proteger sus derechos humanos, libertad y desarrollo como personas, Coahuila reinstaló el Grupo Estatal para la Prevención de Embarazo en Adolescentes (GEPEA).
La Presidenta Honoraria del DIF-Coahuila, Liliana Valdés Salinas, presidió la reunión de trabajo que fue coordinada por la Secretaria de las Mujeres (SM) estatal, a cargo de Mayra Valdés González.
En el encuentro, el Jefe del Departamento de Salud Sexual y Reproductiva de la Secretaría de Salud, Abel Garza de León, presentó una amplia exposición sobre el tema y el seguimiento a las líneas de acción implementadas por el GEPEA para su prevención y eliminación.
En ese sentido, la Presidenta del DIF-Coahuila, Liliana Salinas Valdés, se pronunció porque este organismo adopte una estrategia conjunta y homogénea para lograr estos objetivos.
Sobre todo en capacitación y en prevención para que se transmita a las adolescentes mensajes homogéneos, tendientes a evitar a actividad sexual a temprana edad o, en su caso, embarazos no deseados.
De esta manera, “cuando lleguemos a esta población, podamos transmitir un llamado en el mismo contexto, de acuerdo a la distribución de responsabilidades al interior de este Grupo”, indicó.
La ingeniera Salinas Valdés, externó su convicción porque de esta manera se podrán alcanzar una mayor eficiencia y mejores resultados en la estrategia.
El objetivo es combatir y abatir el embarazo en las adolescentes, “pero también se busca que esta capacitación esté dirigida a todas nuestras madres gestantes”.
Porque para todas es importante conocer la importancia de la primera infancia, la crianza positiva, que sus bebés estén registrados y que tengan buena alimentación, detalló.
Externó su preocupación por el consumo de drogas en adolescentes, sobre todo el llamado “cristal”, porque se tiene detectado que en muchos embarazos en este sector de la población, se presentan en estado tóxico.
“Un alto porcentaje de nuestras niñas y jóvenes que llegan a dar a luz, llegan intoxicadas”, refirió.
Detalló que en los últimos tres meses en instalaciones del DIF se recibieron 5 bebés abandonados por sus madres o en situación de omisión de cuidados.
Es indudable, afirmó, que el problema de embarazos en adolescentes se agrava por el consumo y adicción a las drogas, “y por ello tendremos que implementar estrategias paralelas para enfrentarla”.
PROBLEMÁTICA QUE TRASTOCA PROYECTOS DE VIDA: MAYRA VALDÉS
Por su parte, la Secretaria de las Mujeres en Coahuila, Mayra Valdés González, destacó que el embarazo en adolescentes, trastoca proyectos de vida y el ejercicio de los derechos de las niñas y de las adolescentes.
Esta problemática, abundó, “nos permite refrendar compromisos interinstitucionales desde un enfoque de derechos humanos, además para el Gobierno del Estado es prioritaria la política pública para su erradicación.
Asimismo, expresó que desde el GEPEA se pueden compartir experiencias y compromisos para trabajar articuladamente en alcanzar a meta trazada.
Principalmente, añadió, “si somos conscientes de que nos enfrentamos a factores muy complejos como la desigualdad económica, el abuso sexual, el matrimonio infantil, la deserción escolar o bien el desconocimiento sobre el uso de métodos anticonceptivos”.
Otros retos de este organismo, destacó, son transmitir el conocimiento sobre los derechos sexuales reproductivos de las niñas y de las adolescentes, el inicio temprano de una actividad sexual y la falta de un proyecto de vida para ellas.
Se recordó en la mesa de trabajo que el GEPEA busca eliminar el embarazo en menores de 15 años y bajar la tasa de fecundidad en adolescentes entre los 15 y los 19 años.
En ese sentido, y en concordancia con la Estrategia Nacional para la Prevención de Embarazos en Adolescentes (ENAPEA), el trabajo del Grupo Estatal operará bajo cuatro directrices fundamentales:
Educación inclusiva, flexible e integral en sexualidad; entorno habilitante; servicios de salud amigables; identificación temprana y atención oportuna integral de la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes.